sábado, 2 de diciembre de 2006

Locuras


El tío Remy está loco. Así nació. Lo visitamos cada martes en el manicomio.
—Me siento seguro aquí adentro —me dice.
—¿Por qué? —le pregunto.
—Me da miedo salir. Hay muchos locos allá afuera.

Enigmas




Primero surgió la fascinación por el fuego. Después, el enigma de los sueños. Siguió el qué habrá al otro lado de los mares y los fenicios se aventuraron a cruzarlos. Muchos dudaron que la Tierra fuera redonda pero finalmente mataron sus dudas gracias a Copérnico. Después llegó la pregunta: ¿habrá vida en otros planetas?
En 1964 Yuri Gagarin orbitó el espacio. Viajar más allá del Sol fue el sueño del hombre sólo ayer, cuando al fin hicieron el más absurdo descubrimiento, el que de cualquier forma inscribieron en su ilusa historia de hazañas. Se dieron cuenta que todos eran millones de locos escenificando un gran melodrama.

Reality show business




Vivimos una realidad inventada.
La Televisión nos dicta a diario que no es verdad lo que vemos, sentimos y sufrimos en nuestro loco andar hacia ninguna parte.
Creemos que el mundo colocado ante nosotros por los mediatizadores es real, el verdadero. Y nos introducimos a esa dimensión macabra como quién cruza una cortina de humo.
Después, llega la pesadilla que no debió ser porque asumíamos no estar en un sueño. Y la boca de un mostruo llamado Realidad abre sus fauces y nos traga, eructa satisfecho y sonríe irónico al saberse triunfador ante esa ingenua vida que sufrimos en una espera inútil por tiempos mejores, esperanzados en que todo es cuestión de tiempo y de cerrar los ojos, aferrándonos a creer ahora que habitamos un mal sueño y que nada de lo que vemos, sentimos y sufrimos, es verdadero, tal como lo dicta la Televisión.